La Arteterapia como acompañamiento terapéutico, es decir con la presencia de una/o arteterapeuta, tiene múltiples beneficios que pueden repercutir en todas tus áreas vitales, aprendiendo incluso a vivir de otra forma, desde otra perspectiva y con otra mirada, mucho más respetuosa con tu ser y tu sentir, reconociendo y valorando tus capacidades. De esta forma puedes identificar tus necesidades, poner límites ajustados, sanar vínculos, asumir responsabilidades, tomar decisiones importantes, expresar mejor tus emociones y vivir más acorde a tus valores de vida.

 

 

  1. Se actualizan las capacidades de creación y curación, desarrollándose a través de las capacidades creativas y el vínculo con la Arteterapeuta.
     
  2. Se obtienen vivencias emocionales integradoras, trabajando desde las capacidades y deseos de la persona.
     
  3. Invita a realizar cambios y transformaciones que permiten desarrollarse desde el ser auténtico. Desarrollando la imaginación, curiosidad intelectual e inteligencia emocional.
     
  4. Explorar diferentes dinámicas de relación y comunicación con el mundo, más ajustadas a la naturaleza de la persona, construyendo nuevas dimensiones personales y sociales.
     
  5. Aprender a valorarse y a validar la propia iniciativa, disminuyendo el juicio y la autoexigencia, también la comparación con el otro, respetando las  necesidades y límites de la persona.
     
  6. Se abren nuevas miradas sobre la experiencia vital desarrollando formas de interacción singulares, que se integran y dan sentido a la experiencia subjetiva de la vida.
     
  7. Se obtienen diferentes formas de poder representar las dificultades, también de formular alternativas, a través de los lenguajes artísticos y los propios recursos.
     
  8. Acompaña al desarrollo de proyectos vitales, desarrollando la intuición en la resolución de problemas, obteniendo mayor autoconfianza, automotivación y productividad.